miércoles, 6 de febrero de 2019

MALAL

(Alberto amablemente me ha remitido un documento en el que habla sobre su ejército de Malal que ha pintado fastuosamente y que ya ha sido estrenado en mesa. A petición suya lo publico a continuación para deleite general:)


Durante el año 2018 he estado pintando un pequeño contingente caótico centrado en Malal, una facción del caos añeja y olvidada en los inicios de Warhammer. Fascinado por su trasfondo y su rareza, con este artículo, solo pretendo presentar el ejército que he pintado y mostraros algunas fotos, añadiendo además curiosidades e historias que podéis encontrar en la segunda y tercera edición de Warhammer sobre este quinto Dios del Caos.

El trasfondo aquí expuesto, ha sido sacado de la Biblioteca del Viejo Mundo o Wikiwarhammer, para unificar todo lo existente sobre esta deidad del caos, añadiendo además reglas del ejército para que se pueda jugar a tercera edición de WFB. Ojo, que las reglas son fanmade, culoduros fuera si no les gustan, libres son de crearse las suyas.

I.- INTRODUCCIÓN.

Los reinos del Caos son vastos y profundos, en ellos, el tiempo deja de tener sentido, y quien entra con vida, serán absorbidos por las energías del caos. Sólo los más locos y fuertes pueden atravesar los Desiertos del Caos.

Heinrich Bors ha dedicado toda su vida mortal a activar el inanimado portal. Ahora, en su último suspiro y anhelo de vida humana, por fin ha logrado su meta, y con ella, por fin será abrazado por el Caos.  Las energías místicas de los polos colapsan y una nebulosa rojiza comienza a surgir de entre los resquebrajados muros del portal…




 Henrich sintió como su rostro se desintegraba en un plano totalmente desconocido para él, a su vez, sintió una mano cogiendo su báculo… para cuando se dio cuenta, su peor terror era el mismo, se había convertido en un amasijo de huesos, y su rostro, en un inmenso cráneo. Estaba completamente satisfecho, al final alcanzó el título que tanto ansiaba, el gran brujo Bors sería conocido hasta en los confines de la tierra. El mismo traidor imperial, invocó al desterrado y renegado Malal, el quinto dios del Caos.

Con la apertura del portal solo se oían gritos y llantos de guerra, quejidos de tortura, y lamentos entre sacrificios…. Cuando se quiso dar cuenta, las hordas de Malal estaban cruzando el portal interdimensional… y la gran bestia asomaba su rostro….

Un General de Malal que cruzó el portal ascendió a lo más alto del mismo, a pesar de las fuerzas y energías místicas que desataba el portal dimensional, su gesto fue claro…. “Avanzad y arrasad con todo lo que se cruce en vuestro camino. Incluso acabad con vuestros hermanos del caos, herejes que ofrecen sus almas a falsos dioses. Malal, es el Dios verdadero, el único verdadero, y que solo su única existencia debe zanjar esa disputa.”



Uno de los generales de los Renegados de Malal da la orden de avance, mientras hordas y más huestes de almas perdidas cruzan el portal en busca de sed de venganza y sangre…

II.- EJÉRCITO “LOS CONDENADOS DE MALAL”.



MALAL Y PERSONAJES
- Malal intentando cruzar el portal.
- Kaleb Daark, Heraldo de Malal, ya sea a pie o a lomos de su Pesadilla.
- Heinrich Bors, hechicero de Malal. (Pintado por JOSE MARI GINER!)
- Kalee Blaack, lugarteniente de Malal.
- Skrag, el Carnicero.
- Toro de Minos, la Bestia.

DEMONIOS
- Gran Demonio de Malal x1
- Bestia de Malal x1
- Cuchillas del Terror x3 (1 es Jinete en Montura de Malal)

UNIDADES
- “Traidores del Caos”, Thugs x10.
- “Renegados”, Chaos Warriors x10.
- “Garras de Malal”, Beastmen x10.
- “Víboras albinas”, Snakemen x5.
- “Cuadrilla de Deformes”, Ogres x4.

III. MALAL, EL QUINTO DIOS DEL CAOS.
   


Hay un nombre que es susurrado quedamente y con gran miedo incluso por los sanguinarios más depravados, malignos y enloquecidos de los entre los adoradores de los dioses del caos. Ese nombre es Malal, el quinto dios, el renegado del caos. Malal es temido ya que es el enemigo de todos los dioses y sus paladines solo luchan para aniquilar, a los odiados paladines de los otros dioses oscuros.

Han pasado muchos eones desde que Malal fuera expulsado del seno de los dioses del caos, o tal vez él se fue por su cuenta, es algo que no está del todo claro. En cualquier caso, la relación de Malal con los otros dioses es la más extraña de todas: Malal solo ansía una cosa y es destruir a sus hermanos los dioses. Un servidor suyo debe ansiar derramar la sangre de los demás seguidores de los dioses del caos por encima de cualquier otra cosa. Los seguidores de Malal son odiados y temidos por los seguidores de otros dioses. Pocos entran a su servicio y pocos seguidores de este dios llegan a vivir mucho bajo su protección. El vínculo entre este dios y su siervo siempre acaba consumiendo el alma de este, es raro que se rompan los lazos que unen a ambos una vez han sido firmemente forjados.

Si alguien con curiosidad tuviera el valor, o estuviera lo suficientemente loco de arriesgarse a echar un vistazo a las oscuras y siniestras páginas del Libro de la Desesperación, el Tomo sagrado de los Cultistas del caos, podría leer las siguientes líneas:

"Y aquel que se fue volvió el último y lucia el negro y el blanco. Grande fue su indignación ante las palabras de sus hermanos los Dioses y Malal volvió su corazón contra ellos y se adentró en las profundidades del espacio. Y Los hombres no se volvieron hacia él como hacia sus hermanos, salvo aquellos que odiaban a quienes tenían que servir, que sonreían ante la desgracia de sus superiores y que no amaban a los malditos. Cada vez que el corazón de un guerrero se volvía hacia el, los dioses sentían crecer su miedo y la risa del dios descastado resuena en el espacio."

Malal es el dios renegado del caos, que se ha vuelto contra los otros dioses y está dedicado por entero a su destrucción, no a conseguir poder como los otros. Sus seguidores, conocidos como Los Condenados, buscan y destruyen a los servidores de los otros dioses donde quiera que estén. Malal representa la tendencia indiscriminada del caos hacia la destrucción incluso contra sí mismo. Su siniestro templo está desierto y es poco ostentoso y recargado (comparado con los de los demás dioses). Fuegos encantados iluminan las estancias del templo y se pueden vislumbrar entre sus parpadeos partes del futuro. La más grande de sus salas muestra los trofeos logrados; en su templo tiene un señor de la trasformación desplumado y herido y aislado mágicamente en una jaula colgada del techo; un devorador de almas esta clavado a la pared con pinchos que atraviesan sus miembros mientras ruge de furia e impotencia. Un guardián de los secretos cegado, sin poder oír, ni oler, ni saborear, ni percibir sensaciones, está flotando en el aire. Una gran inmundicia está encerrada en un sótano y miles de cosas la atacan constantemente solo para que se regenere para así poder volver a atacarle, causándole un dolor mortal continuo y aterrador. Por si fuera poco, hay docenas de campeones de los otros dioses exhibidos, impotentes y aislados de sus dioses. Múltiples contables corren en la oscuridad inscribiendo las características de los que están siendo exhibidos y colocando a los nuevos que llegan.

Malal adora usar engaños y trucos para hacer que los dioses del caos y sus seguidores se lancen los unos contra los otros. Un hechizo por aquí, un vial roto por allá, una tela retirada inoportunamente, un alzamiento o una simple palabra, estas son las herramientas que usa Malal para minar y destruir a los dioses del caos poco a poco. Malal toma su poder de un grupo que lucha con relativo poco poder contra la figura de un gran opresor. Cada siervo que trama contra su señor, cada trabajador que odia a su jefe, cada paseante que mira con rabia y odio los palacios de los ricos y poderosos, cada persona que grita con rabia contra los dioses carentes de misericordia por su situación en el mundo, alimenta el poder de Malal. Cuando toma forma, Malal toma una forma humanoide con aspecto lobuno y rasgos de cocodrilo. Sus manos tienen 6 dedos y su rostro 3 ojos. De sus faces sobresalen dientes como de león, tiburón, vaca y rata. Su símbolo es un cráneo, mitad blanco y mitad negro. Puede variar de forma, siendo un cráneo estilizado, uno real o incluso uno bestial. Sus seguidores gustan de vestir de blanco y negro, en especial de forma cuarteada. El número sagrado es 11.

Malal no es el dios ni de guerreros, ni hechiceros, ni depravados, ni desesperados. Es el dios de las clases inferiores, de aquellos que buscan venganza contra aquellos que les roban su parte de gloria. Es el dios de los injuriados, pero sin poder para cambiar su posición. Sus seguidores vienen de la gente que odia tanto el avance del caos que no dudan en abrazar su causa con tal de poder combatir en igualdad de condiciones.

Los seguidores de Malal son solitarios por naturaleza, denominados Los Condenados; su odio por los seguidores del caos es muy grande, ¡incluso odian a otros seguidores de Malal!. Muy raras veces, surge un paladín poderoso que une a unos cuantos seguidores de Malal para un propósito concreto. Entonces sabrán los seguidores del caos lo que es el miedo, pues si el campeón de Malal es peligroso para ellos, imaginaos una banda entera de ellos hacia otras organizaciones, los seguidores de Malal son más neutrales, aunque muchas veces el sentimiento no es recíproco. Por eso los seguidores de Malal son solitarios y actúan en secreto. Aún así no tienen problemas en dar el chivatazo de donde poder encontrar a otros seguidores del caos o sus planes. Muchos avisos que reciben las autoridades llegan en forma de un susurro en la oscuridad, una nota que aparece misteriosamente, o un afortunado accidente, ya sabéis lo que dice un viejo dicho: "Los enemigos de mis enemigos...", aun así los Malalitas no suelen interferir con estas asociaciones, por su parte saben de ellos y no los toleran pero están contentos de que la Bestia se coma a la Bestia y esperan esperanzados que de paso consigan acabar con unos cuantos adoradores más.

Malal solo exige una cosa a sus seguidores. Servidumbre total y dedicación absoluta, a la hora de cazar y destruir a los seguidores de los cuatro dioses del Caos. Cuando las hordas del caos arrasan una zona los supervivientes claman pidiendo venganza y es Malal quien les responde. Malal es mucho más activo que los otros dioses hacia sus (relativamente pocos) seguidores, de hecho suele conceder a sus campeones audiencias personalmente con él. Se sabe que incluso se ha llegado a materializar en el mundo real para tomar parte por sus seguidores en alguna tarea. Suele regalar a sus seguidores la conocida como "Hacha del Pánico", una demoniaca arma creada para cazar a los servidores de los dioses.  Los adoradores de Malal son pocos, pero muy poderosos.

Debido a problemas de Copyright, el trasfondo de Malal y todo lo relacionado con él ya no forma parte del trasfondo actual de Warhammer. Para cubrir su ausencia aparecieron dos dioses del Caos, Zuvassin y Necoho, pero poco se ha hablado de ellos.

Zuvassin, el Deshacedor: Es un destructor, constantemente luchando por deshacer lo que otros han hecho y echar a perder lo que otros quieren hacer. Su marca del Caos le lleva a asegurarse de que nada salga como se espera, y que los planes siempre salgan al revés. No limita su sabotaje al Caos, sino que echará alegremente a perder cualquier cosa para cualquiera. Sin embargo, al ser un dios del Caos que actúa contra el Caos, ha sido clasificado por los eruditos humanos como dios renegado.

Necoho, el Dubitativo: El alineamiento caótico de Necoho se manifiesta en una contradicción que debería hacer su existencia imposible desde el punto de vista lógico: es una deidad que está en contra de la idea de los dioses o de la religión. Huelga decir, pues, que apenas tiene adoradores (incluso para la media de un dios del Caos renegado) y su nombre sólo aparece en los más viejos y oscuros tomos prohibidos. Sin duda, así es como a Necoho le gusta.

1 comentario:

  1. Gran proyecto! Estaría genial ver algunas Minis y esos estandartes más de cerca.

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