Por la linde del bosque surgen las figuras de los incursores y los habitantes de la aldea se apresuran para la defensa y la llamada a los vikingos cercanos para que acudan a luchar por sus hogares y valiosos recursos:
El ganado es conducido a un refugio para evitar que caiga en manos de los incursores. Los pastores lo conducen fuera del tablero:
Los monjes defienden la abadía. La campana suena dando la alarma. Los guerreros anglosajones no parecen respetar el templo:
Los primeros guerreros nórdicos llegan para la defensa. Pero están muy lejos y deben correr siquieren ayudar:
El señor anglosajón dirige el sqaqueo:
Los guerreros anglosajones se desparraman por el poblado y empiezan a buscar todo lo que se esconda de valor:
Los guardias vikingos alcanzan a los saqueadores y comienza la lucha:
Ya hay combate entre las chozas. Los vikingos llegan bastante desordenados y con poca fuerza. Atacan poco coordinados y con poco acierto. Todo el esfuerzo y los dados saga se destinan a correr y no quedan recursos para lanzar ataques con fuerza:
Los saqueadores han encontrado muchas piezas de rico botín y comienzan la retirada rápido. Aún no ha dado tiempo a que lleguen los refuerzos defensores y ya los atacantes emprenden la huida. La cosa pinta muy mal para los vikingos. O hacen una buena matanza o la aldea habrá sido saqueada y su prestigio fuertemente dañado.
Pero atacar con prisas no es buena estrategia en Saga. Es mejor coordinar bien los ataques y elegir bien los golpes certeros. El tiempo ya ha jugado en contra del defensor vikingo, que por mucho que quiera atacar para hacer daño no va a lograr ningún ataque certero....
El señor vikingo no duda en lanzarse ciegamente al ataque rodeado de las llamas de las chozas saqueadas. Otro ataque desesperado y vano. Es rodeado y cae en combate.