Sabed, oh príncipe, que en los años que siguieron al hundimiento de Atlantis y de las radiantes ciudades en las profundas aguas del océano, hasta el apogeo de los Hijos de Aryas, hubo una era inconcebible en la que los rutilantes y poderosos reinos se extendían por el mundo como mantos azules bajo las estrellas.
miércoles, 3 de enero de 2024
Mercenarios imperiales
jueves, 14 de septiembre de 2023
PIQUEROS
martes, 9 de marzo de 2021
LA CARGA DE LOS MALDITOS

La Aldea ha sido arrasada por el combate y el paso de los condenados de la brigada maldita del rey loco.
martes, 3 de noviembre de 2020
EL DESPERTAR DE XIRILIUS
LOs aldeanos cercanos, alarmados, han llamado al Barón "Hoffenhausen" que informado por sus exploradores ha juntado a la guarnición a su servicio.
El Barón conduce a sus tropas y empieza a desplegar las dos columnas de alabarderos. Mientras los ballesteros en escaramuza rodearán el templo:
Los ballesteros toman posiciones para disparar. Pero "Xirilius" convoca mágicamente una fila de esqueletos que surgen del suelo ante los atónitos soldados:
"Xirilius" no para de convocar más uy más esqueletos que surgen de la tierra aquí y allá. Los ballesteros huyen cuando son atacados...
El Barón sólo cuenta con sus tropas de caballeros. LA otra unidad de alabarderos huye en desbandada al ver la retirada de sus compañeros y el horror que surge del templo y de la tierra. "Hoffenhausen" empieza a sopesar la retirada para buscar refuerzos y avisar a las autoridades imperiales. Pero intentará aguantar. Su honor lo requiere...
Los esqueletos se dirigen a lo que queda de la fuerza imperial. Fila tras fila se dirigen a su objetivo mientras no dejan de surgir de la tierra más y más esqueletos..."Xirilius" comienza a acusar la fatiga tras tanto esfuerzo mágico...
Los alabarderos controlan el pánico y forman para una última y desesperada resistencia...
viernes, 21 de febrero de 2020
ATAQUE A GRÜMMENBOURG
Grümmenbourg es una pequeña aldea fronteriza que guarda el paso de uno de los muchos afluentes del Reik que recogen agua de las montañas.
Este año hay un caudillo orco que ha logrado reunir una gran hueste. No se trata de una simple banda de saqueadores. Es un ejército de invasión en toda regla.
Los aldeanos han pedido socorro al puesto de la guardia imperial más cercano. Y de las ciudades cercanas se ha reclutado una fuerza imperial para defender el cruce del río.
A la cabeza del ejército se ha destacado un escuadrón de "Hohensknechtes", caballeros imperiales de las élites de la guardia imperial. El resto del ejército son tropas regulares de alabarderos y ballesteros y un contingente de levas ciudadanas voluntarias.
Un grupo de halfling del poderoso gremio de cocineros también se ha reunido dirigidos por un antiguo capitán halfling con gran experiencia en aventuras y saqueos de mazmorras.
Iguyalmente el pueblo dispone de un poderoso cañón para la defensa de la aldea.
Se han enviado exploradores más allá del río para averiguar la composición y localización de los orcos. Pero sus cuerpos han sido hallados clavados en estacas a lo largo del río.
Parece que fuerzas de avanzadilla de los orcos se han infiltrado ya en la orilla defendida por el imperio.
Las fuerzas del imperio se sitúan en vanguardia defendiendo las colinas inmediatas antes del río. Los caballeros de la guardia imperial tanto montados como a pie quedan en reserva por si hay un ataque desde retaguardia o los flancos por parte de los incursores orcos.
Las fuerzas del caudillo orco llegan al amanecer:
Desde el primer momento, por el flanco de la aldea, desde el bosque surgen arqueros orcos en orden de escaramuza lanzando sus negras flechas.
En el pueblo se preparan para enfrentar el ataque de flanco de los arqueros.
Los jinetes orcos en jabalí se destacan al frente dirigidos por el caudillo orco. Esto supone una afrenta para los orgullosos pero mezquinos goblin que no superan sus chequeos de animosidad y deciden alegremente cargarles por la retaguardia. Pronto hay una marabunta de orcos y goblins sacudiéndose mútuamente. El caudillo orco debe intervenir para poner orden. Pero no puede evitar que unos pocoss goblin hayan sido masacrados y puestos en su sitio por los orcos.
Reestablecido el orden, los jinetes orcos toman la colina y amenazan a las tropas de ciudadanos imperiales. Las hordas avanzan hacia el puente bien defendido por los caballeros imperiales.
EN las otras colinas, los trolls han atacado a los pobres alabarderos cuyas armas son apenas mondadientes para tan horrendas y furiosas criaturas. Si los trolls logran centrarse y superar su natural estupidez son oponentes irresistibles...
EN el bosque, flanco de la aldea, la guardia imperial a pie ha atacado a las escaramuzas de arqueros que huyen despavoridos...
Más allá del río, la muchedumbre de conscriptos imperiales lucha contra las bestias de los orcos. Es una lucha desesperada y pese a su superioridad numérica, es difícil resistir el empuje combinado de colmillos y lanzas... para colmo, los goblin amenazan el flanco...
Los caballeros imperiales deciden intervenir y cargan por el puente. Su gallardía no tiene rival frente a las miserables armas de los orcos. Los goblin cercanos disparan endebles flechas que se quiebran inermes en las corazas de los valientes paladines imperiales.
Pero los goblin son criaturas taimadas y traidoras. De sus filas surgen dos fanáticos locos y sanguinarios danzando en un imparable torbellino con sus bolas y cadenas. A su paso, el metal de las corazas de abolla y los cuerpos de la élite imperial se reducen a una pulpa sanguinolenta...
Sólo el poderoso mariscal imperial queda en pie luchando desesperadamente .
Los fanáticos goblin, aturdidos, mareados y cegados por la sangre se precipitan a las aguas del río después de la masacre...
Todo el flanco es de los orcos. El cañón desde la aldea comienza a disparar en enfilada contra los jabalíes y causa una gran masacre. Pero tras varias salvas la boca del cañón está sobrecalentada y cada disparo amenaza con ser el último...
El hechicero goblin lanza un hechizo a las aguas y estas le obedecen retirándose y abriendo un paso a los orcos. Con las aguas partidas, los orcos pueden atacar a placer la aldea. El cañón está a punto de explotar y además las filas de orcos han formado en línea para minimizar las bajas de los disparos...
Con la aldea rodeada, el mariscal vuelve grupas y da orden de retirada y de abandonar el pueblo. Los orcos han cruzado el río y ahora se disponen a devastar la región.