Mostrando entradas con la etiqueta Dungeonquest. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dungeonquest. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de noviembre de 2017

HEROES DE DUNGEONQUEST

Ha sido un capricho. Después de ultimar el ejército Íbero toca un pequeño divertimento. Los cuatro protagonistas de este juego han sido pintados en los colores que merecen. A fin de cuentas el juego es muy visitado en mi casa a requerimiento de mi hijo pequeño. Así que resultará más agradale viendo las cuatro figuritas de los personajes pintadas.

Estos son los resultados:

VOLRIK EL VALIENTE.
AVENTURERO


ULV MANOLÚGUBRE
EL BÁRBARO


EL-ADORAN TIROCIERTO
EXPLORADOR


SIR ROHAN
CABALLERO


Han quedado muy majos. Ha sido un descanso y un divertimento y estoy muy contento de tenerlas pintadas. Ahora a por más cositas.

Aún no tengo muy claro un objetivo. De momento seguiré pintando lo primero que encuentre y me apetezca hasta formar un claro proyecto.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Dungeon Quest



Es estupendo ver como un niño puede hoy todavía disfrutar con los mismos juegos que nos hicieron felices hace más de 30 años.
Este especímen tiene hoy 6 años y ya llevamos varios disfrutando de este juego que es Dungeon Quest.
El juego hoy ha sido más que mejorado por infinidad de "dungeoncrawlers". Pero este es tan sencillo que lo puede jugar hasta un niño pequeño.
El disfruta y a mí me encanta ver como juega con mi vieja copia de este juego que ha visto tantas tardes de gloria en los lejanos 80 entre cocacolas, gusanitos y bocadillos de salchichón.

Me he puesto como deberes pintar los cuatro aventureros como se merecen. Tengo mucho trabajo pendiente por pintar, pero hay que encontrar un huequito.


Dungeon Quest se publicó en 1985. Cada jugador es un aventurero que se adentra en un castillo que alerga un terrible dragón. EL castillo sólo puede visitarse de día por lo que tenemos un número limitado de turnos para jugar desde que sale el sol hasta que se pone. Por que al caer la noche... todos muertos.
Entonces cada turno se hace avanzar el marcador del sol. Se coge una habitación que exploras, se coge una cartita de habitación para ver lo que te encuentras y los monstruos que acechan.
Tras muchas trampas, monstruos y encuentros llegas (con mucha suerte) al centro del castillo donde duerme el dragón.
Y en la habitación del tesoro debes levantar una carta de dragón, que te dice si el dragón sigue durmiendo y puede coger una ficha de tesoro aleatoria. O de lo contrario si has despertado al dragón, te quema el culo y debes huir dejando caer todos tus tesoros.

Con lo que hayas acopiado hay que salir del castillo. Y rápido antes de que anochezca.

Más de la mitad de las partidas  tu personaje muere. El juego es implacable. (Buen instrumento para entrenar la fácil frustración de un infante. Hay que advertirlo.) Una mala trampa te puede matar de un plumazo.

Los combates son una suerte de "piedra, papel o tijera". Muy "risibles". 

Lo mejor es que se juega en menos de una hora con dos jugadores.


Hay una reedición de hace nada de la que ignoro absolutamente todo. Imagino que es exactamente el mismo juego con un aspecto mejorado.


Yo lo recomiendo a quienes tengáis hijos pequeños y queráis jugar a un juego sencillo y entretenido.


miércoles, 3 de agosto de 2016

Entre monstruos anda el juego.

Ni sé la de veces que habré jugado a Dungeon-Quest. Proviene de una época lejana perdida en las nieblas del tiempo. Una época en que las aventuras de los juegos de rol consistían en explorar cavernas y laberintos de mazmorras. Y de eso va este juego.

Un tercio de siglo después hay muchos juegos que han mejorado la experiencia. Pero pocos son tan rápidos, desenfadados, tontorrones aunque entrañables como este.

Y pocos son tan letales, aleatorios, injustos y caprichosos a la hora de matar a tu héroe por que sí.

El juego está reeditado y hay por la red muchas reseñas e información. Si traigo el juego a esta palestra es por que he tenido la oportunidad de volverlo a jugar con un goblin de nueva generación.

Rodrigo tiene tres años y ya le he intentado pervertir con algún juego. (Tratan sobre ratones, gallinitas y mandangas infantiles.)

En realidad, de la colección de juegos le llaman la atención poderosamente dos:

Steam: un gran juego de trenes, pero no apto para niños.

Dungeon-Quest: "EL JUEGO DEL DRAGÓN".  ¿Por qué no intentarlo?


¡TODO UN HALLAZGO!



Rodrigo que padece el síndrome del "Culo inquieto" ha estado atento al juego durante casi una hora. Y se ha partido de risa cada vez que tenía que levantar una cartita o sacar de la bolsa una piececita de dungeon.


No digamos nada cuando ha llegado a la habitación del dragón y había que ver si estaba dormido o no.

El teatrillo y los efectos especiales acargo de su padre también han hecho mucho.

Ya han caído 5 partidas y el "goblin" pide mas. Increible. Tal vez esto sea un principio.

El anelo de todo jugador viejuno es ver como sus juegos son revividos por las nuevas generaciones. Pero la experiencia demuestra que los tiempos van cambiando. O no. ¿Quien lo sabe?

Pero, silencio... No despertemos al dragón.