miércoles, 27 de marzo de 2019

DAVOGROD GUTSUCKER


Hace tiempo que estoy metido en pintar dos ejércitos de godos y romanos. Son figuras magníficas y la época me entusiasma. Pero de vez en cuando es bueno pintar algo de fantasía y expresar todo eso multicolor y friki que llevas en los pinceles. Nada mejor que un viejo troll de las gamas viejunas de Citadel.


Este aparece en viejos catálogos de las Journal, donde vemos que se llama Davogrod Gutsucker y que fue diseñado por los hermanos Perry aproximadamente en 1984.

INdudablemente hay algo magnífico en estas figuras. Su estilo modelado con descuido y muy caricaturesco es típico de las primeras figuras Citadel. Tiene más de humorístico que de terrorífico. 




lunes, 25 de marzo de 2019

Annalibus traditum hispania bellum: Trampas y más trampas. Guerras púnicas.


La guerra por Hispania se extiende y tanto Roma como Cartago buscan aliados en las belicosas tribus celtíberas.

El carismático caudillo Retógenes, ha liderado a las tribus oretanas de los contornos y es la cabeza visible de una imponente fuerza indígena, junto con sus dos lugartenientes los jefes Tiresio y Ambón.

Cneo Escipión, preocupado por la fuerza de los iberos y conocedor de lo peligrosos que pueden ser como enemigos ha planeado una estratagema que le permita concentrarse en su plan de combate a los cartagineses sin perturbaciones de esta alianza de tribus indígenas.

Ha invitado a los líderes oretanos a un claro del bosque conocido por su valor como lugar sagrado. Les ha ofrecido regalos y tributos para firmar un tratado de amistad.

Pero el ofrecimiento no es más que una rampa puesto que planea matar o secuestrar como rehenes a los jefes oretanos para dejar sin guia a las tribus y así neutralizar su amenaza. Un fuerte contingente de romanos espera oculto en el bosque sagrado para atacar por sorpresa.

Lo que Cneo no sabe es que Asdrúbal ya ha enviado una embajada y ha sellado un pacto con estas tribus. La red de espías cartaginesa conoce  la traición que planean los romanos y ha avisado a Retógenes.

Los iberos han desplegado fuerzas tribales en el bosque y aguardan emboscados para aniquilar a los romanos.

Retógenes, Ambón y Tiresio esperan en el claro del bosque cuando los romanos se avalanzan sobre ellos. El mismo Cneo dirige la acción...


A una orden de Retógenes, surgen de la espesura por doquier, entre gritos de guerra, enormes contingentes de guerreros oretanos...



En la retaguardia, fuera del bosque espera la reserva romana de los triarios y la caballería. A lo lejos, por ambos flancos acuden a hostigarlos jinetes ligeros iberos.


Retógenes y los otros caudillos han corrido a unirse a los contingentes de guerreros iberos. Las fuerzas de infantería oretanas están formadas en grupos compactos de guerreros impetuosos. No son todavía las típicas formaciones de astutos guerreros "scutari" diestros en la lucha de guerrilla y el acoso y huida que tanto atormentará a los romanos. Son hombres de la tribu armados y muy motivados pero con poca experiencia en la guerra formal.

Los velites romanos forman rápidamente una pantalla para que las legiones puedan formar un frente de batalla...


La lucha entre tropas de escaramuceadores es frenética con intercambio de disparos de jabalina. Los romanos están en clara desventaja...

En el ambiente se nota algo especial. Mágico. No en vano este es un claro sagrado. Antiguos y extraños dioses parecen regodearse en los avatares de los mortales.

(Todas las tiradas de salvación falladas dentro del claro sagrado pueden volver a tirarse, puesto que los dioses se complacen el la lucha y la valentía de los hombres pero no desean su muerte. O todo combatiente puede beneficiarse , al menos de un 6+ de salvación si no porta escudo o armadura. Tal es el efecto mágico del claro sagrado.)


Una tribu de hispanos acompaña a las legiones de roma. Se trata de veteranos y soldados de fortuna que ya han servido con las tropas romanas en otras campañas. Son verdaderos "scutari" bien entrenados. Ahora se enfrentan a otros hispanos sin el menor reparo. Para ellos la lucha es una forma de vida. El combate y el bandidaje son algo habitual para ellos sin que exista ningún lazo de unión especial con tribus vecinas...


Los romanos se ven rodeados y combaten furiosamente acometidos por el frente y los flancos.

Pero al fondo, las tribus oretanas se ven superadas por la mejor disciplina y adiestramiento de las legiones y los veteranos hispanos.


Retógenes y Tiresio acosan a los legionarios tratando de aniquilarlos. Los romanos están rodeados, pero de forma increíble aguantan.


Los oretanos huyen en desbandada en uno de los flancos...


Los escaramuceadores intentan abrirse paso para rodear a las legiones. Pero los vélites hacen bien su trabajo cubriéndoles...


Los romanos han rechazado a Tiresio que ha tenido que ceder terreno y se concentran en atacar a Retógenes ¡Que ahora se ve a su vez rodeado!

Los iberos, frenados en su ataque y rodeados no pueden aguantar y rompen filas huyendo. Todo está perdido...


En la retaguardia los equites romanos han desbandado a parte de la caballería oretana y los triarios han formado un frente sólido.

Incluso los "scutari" que ahora están libres para apoyar la retaguardia acuden al ataque...

Los jinetes oretanos, en orden abierto no se atreven a resistir el empuje de sus paisanos y huyen...


Es una derrota total. Retógenes y los otros jefes huyen en desbandada. Han escapado de la muerte pero las fuerzas de sus tribus están desbandadas y será difícil que puedan unirse a la lucha con los púnicos.

Cneo puede estar tranquilo. De momento. Retógenes es un hábil y astuto caudillo. Y en cualquier momento puede volver a dar quebraderos de cabeza a los romanos.

lunes, 11 de marzo de 2019

EL BÁCULO DE SAN ROGELIO


Este es un escenario para Warhammer El Cid en el que los cristianos deben escoltar un poderoso objeto del santo San Rogelio desde tierras ocupadas musulmanas al norte cristiano.
El báculo de San Rogelio será un objeto mágico al estilo del Warhammer de fantasía y el pretexto para un escenario diferente.

-O-

Tiempos duros los del S. X en lo que antaño fue el reino visigodo. Ya lejos quedó la prosperidad y la paz que reinó por muchos años en tierras de hispania. Los visigodos se enzarzaron en interminables rencillas y guerras. Casi las mismas guerras que pudrieron el imperio. Hoy la península no son mas que las ruinas de lo que fue. Los musulmanes se han asentado en el sur trayendo la paz al imponerse sobre los visigodos y convirtiendo su fe en la nueva luz que ilumina Andalucía. En el norte, la cruz de Cristo se refugia en escarpadas tierras montaraces fáciles de defender.
Y las tierras del Duero son tierra de nadie. La nueva frontera en la que los reinos del norte cristiano han establecido un espacio vital para que frene las incursiones moras desde el sur.

En el Duero, las expediciones astur-leonesas han  arrasado todo a su paso para llevarse lo poco de valor al norte a los jóvenes reinos herederos de la fe y la cultura godo-romana. Los no cristianos mueren o emigran al sur. Nadie en su juicio desea habitar en estas desoladas tierras. ¿Nadie? Bueno. Algunos desesperados pueden encontrar deseable la vida dura y aventurera en las tierras salvajes de la frontera. Al menos lejos de servidumbre y de amos. Aún a merced de las bandas de saqueo moras o cristianas. Con el tiempo estos aventureros se harán fuertes y colonizarán estas tierras. Llevarán su Ley y prosperarán.

Pero hoy son tierras agrestes y peligrosas.

En el sur, los musulmanes del califato de Córdoba mantienen un férreo control y han impuesto su ley islámica. Los conversos muladíes son tolerados, aunque con recelo. Los cristianos mozárabes viven días difíciles. Su cristiana fe es tolerada escasamente. Su estatus no los convierte en esclavos y son libres. Pero su libertad les permite muy escasos derechos y con frecuencia son objeto de abusos y persecución.
Tal es el caso de San Rogelio. Su crimen fue predicar la fe de Cristo en Córdoba. Y por ello fue condenado y martirizado. Hoy es una figura venerable que ilumina a la verdadera fe.
Sus restos fueron escondidos para su veneración pero se perdieron. Todos excepto su báculo que fue trasladado a una iglesia mozárabe al norte de Al Ándalus.

El báculo de San Rogelio: En una ermita en tierras del califato se venera por los mozárabes a San Rogelio y su báculo que guia a los cristianos por el verdadero camino y les alienta en la batalla contra el mal. Se dice que su luz milagrosa ciega y confunde a los enemigos de la fe si su portador obra con determinación en el camino del evangelio.

Pero desde Córdoba han llegado instrucciones para incautar y destruir todos los objetos de idolatría cristiana sin reparar en fuerza hasta someter toda resistencia. 

La comunidad cristiana mozárabe ha pedido auxilio a León para salvar el báculo de San Rogelio que tan necesario puede ser para la cruzada contra el Islam.

El báculo ayudará a cualquier fuerza cristiana que lo porte. En principio está en manos del "obispo" que dirige a la tropa cristiana. Este puede unirse a cualquier unidad de infantería.
El báculo brilla reflejando el sol como obra milagrosa y cegando al enemigo. Cualquier unidad que luche contra la unidad portadora del báculo es penalizada con un -1 a impactar en cuerpo a cuerpo o disparos. Pero si la unidad portadora pierde un combate y debe retirarse o retroceder de cualquier manera, este poder se pierde definitivamente.

La hueste cristiana avanza en columna, sabiéndose perseguida de cerca por la caballería de bereberes y se topa con un contingente de lanceros moros.

Son tropas leonesas dirigidas por un grupo de caballeros y sus hombres fieles que ha jurado llevar el báculo a la capital leonesa.


El obispo Ilderedo ordena desplegarse y corre a encabezar una de las tropas de peones...


Pronto se atisban en el horizonte los caballos moros en persecución, por lo que los jinetes leoneses se despliegan en retaguardia para cubrir en lo posible a los fugitivos...

Todo parece una trampa.


Por los bosques se siente el rumor de tropas acechando. Los hombres cristianos se santiguan y se encomiendan a San Rogelio para este difícil trance...



Los caballeros tientan a los lanceros moros y les atacan con jabalinas sin trabarse en combate. Honderos y escaramuceadores acuden para repeler a los moros que cierran el camino...


El obispo Ilderedo ordena a los caballeros que acudan a la retaguardia a enfrentarse a los bereberes montados. Mientras él mismo encabeza a los infantes con el báculo brillando al frente contra los infieles...


En la retaguardia los jinetes han atacado valientemente a las numerosas tropas miontadas perseguidoras. Pero son muy pocos contra el enjambre de caballos africanos... Todos morirán rodeados por el tumulto enemigo...


Mientras el portador del báculo avanza decididamente, el resto de infantes enfrentan a los musulmanes que surgen de los bosques lanzando flechas y jabalinas...


Los musulmanes emboscados,  al principio subestiman a los cristianos y se acercan demasiado. Pronto comprueban que las filas cristianas se cierran ante sus dispersas y desordenadas fuerzas. Sin valor para atacar a los cristianos, bien formados, huyen...


En la retaguardia las cosas se ponen muy feas. Los jinetes han sido barridos y a la caballería bereber se suman los caballeros andaluces dirigidos por su general G´halib Al Salam. Son la élite del ejército cordobés.

Los caballeros cristianos y una unidad de peones se cuadran en defensa para retroceder ordenadamente disuadiendo a los moros de atacar y arrollar a los cristianos...


Ilderedo y sus hombres soportan el ataque de los lanceros moros que les embisten por el frente y por el flanco. El báculo brilla con la fe incombustible de los cristianos...

Los moros caen sin cesar atravesados por las lanzas leonesas, pero son demasiados y su empuje no cesa... Pese al brillo del báculo que les ciega como por embrujo y la furia leonesa, los moros insisten con denuedo. Y los brazos de los peones cristianos se congestionan y fatigan. La fe mengua y algunos empiezan a retroceder. El báculo se apaga...

San Rogelio les ha abandonado...


LOs cristianos huyen en desbandada perseguidos por lo moros. Pero estos no les dan alcance y el obispo Ilderedo proclamando a cristo logra frenar la huida y rehacer las filas...


Aunque con el báculo apagado, Ilderedo logra infundir en los infantes el orgullo Leonés. Acometiendo a los moros finalmente les logran poner en fuga...

El camino está abierto. La columna cristiana reanuda la marcha y los caballeros de retaguardia quedan taponando la parsecución...


EL báculo de San Rogelio llegará a León para ser venerado. Pero su poder milagroso se habrá perdido para siempre. Por que en la batalla la fe de los cristianos no fue tan fuerte como San Rogelio acudiendo al martirio en Córdoba.


Victoria cristiana aunque no victoria total. 
San Rogelio será recordado, pero no así su báculo que sin poder se olvidará y se perderá para siempre.


miércoles, 6 de marzo de 2019

DEMONIOS DE MALAL

(Nuevo repaso al ejército de Malal de Alberto. Esta vez los demonios de Malal que todavía no han tenido oponentes en la mesa. Los poderes tradicionales no cuentan aún con seguidores tan insensatos como para convocar demonios. Ni nuestras estanterías cuentan con demonios pintados. Ni hemos terminado de entender cómo meter en una partida a estas aberraciones del infierno... Pero todo llegará.)

DEMONIO MAYOR DE MALAL





DEMONIO: BESTIA DE MALAL




DEMONIO: CUCHILLAS DEL TERROR




DEMONIO: MONTURA DE MALAL



HÉROE – KALEH, LA SALVAJE







Arma de mano sin armadura ni escudo.

HÉROE - TORO DE MINOS, LA BESTIA



(Sigue el repaso al ejército de Malal de Alberto con algunos héroes y unidades singulares en las próximas entradas.)




Armas de mano y armadura ligera