lunes, 21 de agosto de 2017

Guerra de las Rosas. Warhammer Ancients

Variando la temática de las partidas habituales y a la espera de que la recluta de romanos y cartagineses permita una buena batalla, ponemos sobre la mesa las magníficas figuras de perry miniatures de Ángel para echar una batalla de guerra de las rosas.

Ambos ejércitos son muy parecidos. La caballería pesada extra-acorazada es la reina del campo. Le acompañan caballeros desmontados y numerosos hombres de armas con alabardas. El otro factos importante son los arcos largos, que ya suponíamos causarían estragos hasta llegar al contacto.



En la foto no se aprecian bien las colinas. El bando atacante cuenta con una buena posición con colinas a los flancos desde la que los arqueros pueden disparar con ventaja. Así pues el defensor , con la aldea a su espalda no se atrevió a moverse permaneciendo quieto y acribillando a las filas atacantes en su avance.


Aquí vemos a los arqueros defensores acribillando el avance enemigo, con caballeros y hombres de armas en reserva esperando:


La caballería defensora se movió flanqueando el bosque del ala izquierda atacante intentando el flanqueo. Aquí vemos a los arqueros en la colina que se ven amenazados por este movimiento envolvente. 


Pero los arqueros pudieron maniobrar dándose la vuelta y aguantaron la carga de la caballería ligera, la cual volvió grupas y huyó rechazada.


Aquí el resto de la caballería defensora amenazando el flanco de ataque de los caballeros y la línea atacante:


 Una preciosa panorámica de la batalla:


La línea atacante arrolla a los arqueros que tratarían de aguantar la primera embestida aunque sólo sea para permitir el contraataque de su infantería pesada en reserva.
Aunque no tenían ninguna esperanza de aguantar lucharon valientemente siendo diezmados por la carga de los caballeros, si bien estos perdieron su ímpetu y su capacidad de derrotar automáticamente al enemigo.


Por desgracia, los defensores no fueron capaces de contraatacar y en la persecución a los arqueros, los caballeros chocaron con la línea defensora que resultó sorprendida y desbandada.
Esta acción logró rompre la línea sin dar tiempo a reaccionar a los defensores que resultaron "rotos" y derrotados.


Una lástima para los defensores que no pudieron aguantar ni un poco, pese a la presencia del general y su estandarte para potenciar la moral y el aguante a la espera de la carga por el flanco de los caballeros que hubieran podido salvar el día.

No pudo ser y la defensa se desmoronó.

Bonita partida fuera de lo habitual para nosotros, con dos poderosos ejércitos muy similares con iguales fortalezas y debilidades. Lo mejor de todo las figuras y los vistosos estandartes. Habrá que repetir otro día.

jueves, 6 de julio de 2017

OLDHAMMER en jornadas de puertas abiertas CLUB DRAGÓN

Entre mucho jaleo, mercadillo, encuentros y mkuchas distracciones, fuimos llevando una pequeña partidita de Warhammer Fantasy Battles 3ª edición.

Un malvado nigromante invade con sus pútridos artificios arrebatados a la muerte, una comarca del imperio. Un contingente de piqueros y caballeros tratará de detener esta invasión.



Las horrorosas fuerzas del nigromante no conocen el miedo a morir. Espantosas figuras de Angel (en el buen sentido, claro):


Defendiendo las fronteras del imperio los gallardos caballeros y las modernísimas tropas de piqueros y mosqueteros de "Fer", siguiendo las novedosas y racionales doctrinas de la guerra contemporánea en el viejo mundo:


Los arcabuces escupen fuego aunque demuestran que estos diseños necesitan todavía pulirse más. Varios de estos artefactos explotan en las manos de sus desdichados manipuladores y van a causar tantas o más bajas entre sus propios usuarios que entre el enemigo.

Quien tuviera las viejas y buenas ballestas y no estos chismes del demonio (De Khorne, por supuesto, que debe estar solazándose contemplando la batalla).

Cuando regresen (si pueden) a Altdorf,  le comentarán al sabio y docto diseñador de estas armas las pequeñas deficiencias observadas y en qué lugar de su anatomía puede albergarlas hasta que funcionen correctamente.


El malvado nigromante, no sólo es un experto en las artes de resucitar a los muertos, también domina otras formas de magia. Una espesa niebla será conjurada alrededor de los caballeros que quedarán perdidos y confundidos dentro sin poder atacar a los esqueletos montados.

Con la caballería imperial perdida, los jinetes de la muerte rodean a las fuerzas imperiales.


Mientras los zombies y esqueletos avanzan contra la muralla de piqueros:


La lucha es feroz y sin cuartel. Los piqueros mantienen la compostura al ver que la misma muerte se les echa encima.
Pese a que parezca fútil tratar de matar a quien ya ha estado muerto, las picas logran contener a las hordas mortíferas, las cuales parecen perder su fuerza.

La magia del nigromante que mantiene en pie a los finados parece desvanecerse e inestabilizarse. Aunque las cuchillas de las picas atraviesan carne putrefacta sin aparente efecto, los esqueletos se desmoronan por doquier como por arte de...ejem, falta de magia.


Los intrépidos guardas forestales imperiales vigilan desde los aledaños del bosque lanzando dardos sobre todo lo que se pone a tiro.
Quizá hubieran sido más eficaces en otro punto del campo de batalla y no aquí viéndolas venir.


Por fín, los caballeros logran salir de la niebla y enfrentan a los jinetes del apocalipsis:


Cuando la gallarda caballería debería romper los huesos descarnados de los no muertos, algo inquieta a los valientes paladines. ¿Qué ocurre? ...Un rumor... ¿Qué nuevo horror nos acecha?...¡Huyamos, sálvese quien pueda!

Mientras el combate sucedía, unos zombis atacaron la retaguardia de los caballeros imperiales. Pese a la legendaria valentía de estos adalides del imperio, la confusión y el terror se apoderó de sus filas y huyeron despavoridos.


Huyendo la caballería, el ejército imperial pierde la cohesión y la confianza, pese a que la batalla la tenían casi ganada.

Con la huida de los caballeros las hordas de la muerte se avalanzan sobre el imperio ya sin oposición:



En fin. Como suele suceder en estas partidas, nunca se puede dar por hecho nada. Una tirada de pánico mal dada puede cambiar la suerte de una batalla.

En definitiva, la magia del nigromante fue muy efectiva retrasando la caballería en la niebla. Y los zombies pudieron atacar por retaguardia mientras que los forestales estaban en los bosques sin prestar ayuda.
Los arcabuces resultaron ineficaces y tan letales entre las propias filas como entre el enemigo.
Las picas pudieron rechazar a  dos unidades de muertos vivientes.
Pero los esqueletos son capaces de aguantar hasta que no queda ni uno. No huyen nunca y las tiradas de inestabilidad son como la ruleta ruso. Igual eliminan la unidad como la vuelven a la vida para desesperación del enemigo.


Pequeña, pero interesante partida.

lunes, 5 de junio de 2017

TIERRA QUEMADA

Con el invierno ya en sus postrimerías, los pasos de montaña permiten el acceso de exploradores orcos a los valles. Y las primeras incursiones de pillaje suelen dar paso a invasiones en toda regla en busca de botín y ejercicio para los músculos verdes. Mejor ejercitarse masacrando a humanos que arriesgarse a comenzar revueltas y guerras civiles en las montañas.

Así pues este caudillo orco ha movilizado a toda su hueste para cruzar el río que da acceso al valle y saquear las granjas aledañas como base de lanzamiento para invadir el bosque de los elfos.

Los elfos, poco inclinados a ayudar a los humanos, no hacen sino defender su territorio fuera de los bosques. Si hay que luchar, que la tierra quemada sea la de los humanos. Su particular "levensraum".

Los señores de la guerra, Ángel, Fernando, Alberto y David se han reunido en el Club Dragón de Madrid, para seguir de cerca esta carnicería al viejo estilo "Oldhammer".

1000 ptos por cada bando siguiendo las listas de Warhammer armies y jugando con la 3ª edición de Warhammer que usamos desde hace aproximadamente 30 años


El ejército orco está alineado listo para cruzar el río:


Los elfos se preparan para el combate:


La caballería élfica hace ondear el estandarte lista para tomar la iniciativa.


Los elfos cabalgan contra los escaramuceadores orcos que ya están atacando una granja:


Los goblin, cobardes por naturaleza huyen ante la embestida élfica:


Los orcos disparan sus dardos contra los elfos. Pese a su escasa disciplina y puntería harán una verdadera escabechina entre las filas de los caballeros élficos


Sólo han quedado el general y su portaestandartes. Todos los elfos han caído en la carga:
 

Hordas de snotlings toman un flanco y se escabullen listos para saquear una granja:



En el flanco contrario, no hay impedimento al avance de los escaramuceadores goblin. Los granjeros huyen hacia los bosques.


Cuando menos lo esperan los elfos, por la retaguardia de sus filas aparecen jinetes orcos montados en feroces jabalíes salvajes. Los orcos han debido encontrar un paso escondido que rodea el valle y atacan por la retaguardia.



Mientras el frente de la batalla resuena al fondo, los goblin se dedican a saquear las granjas de las orillas del río:


Los elfos encaran la embestida por retaguardia. Aquí está la clave de la batalla. La carga de las bestias orcas es brutal. El ímpetu de un jabalí enfurecido es difícil de detener.


Valientemente pero con poca cabeza, el general elfo se enreda en un combate con arqueros orcos. Con gallardía pelea y hace retroceder a los orcos que le rodean, pero toda la caballería está perdida y su general y estandarte están muy lejos de la verdadera batalla.


Los elfos resultan rodeados y deben luchar desesperadamente. Pese a su pericia en combate y valentía, el tiempo termina por decantar la balanza en favor de los orcos que terminan masacrando a la unidad élfica.



El pánico cunde en el flanco izquierdo élfico y otra unidad huye pensando que está todo perdido. EL general elfo, tras desbandar a los arqueros orcos trata de regresar a poner orden.


La última unidad elfica, con gran resolución carga contra los goblins intentando ganar tiempo para ordenar la huida del resto de sus compañeros.


 Para los elfos parece que todo se ha complicado. La estratagema de los orcos enviando sus jabalíes por retaguardia ha sido devastadora. Nadie podía esperar esta coordinación y estrategia de los orcos.

Ahora queda frenarlos en terreno élfico sin descuidarse y sin fiarse de estos enemigos que han demostrado ser capaces de la mejor estrategia.

Tal vez los orcos se conformen con devastar las tierras de los humanos. Al fin y al cabo tampoco han logrado la victoria sin graves pérdidas.