jueves, 6 de julio de 2017

OLDHAMMER en jornadas de puertas abiertas CLUB DRAGÓN

Entre mucho jaleo, mercadillo, encuentros y mkuchas distracciones, fuimos llevando una pequeña partidita de Warhammer Fantasy Battles 3ª edición.

Un malvado nigromante invade con sus pútridos artificios arrebatados a la muerte, una comarca del imperio. Un contingente de piqueros y caballeros tratará de detener esta invasión.



Las horrorosas fuerzas del nigromante no conocen el miedo a morir. Espantosas figuras de Angel (en el buen sentido, claro):


Defendiendo las fronteras del imperio los gallardos caballeros y las modernísimas tropas de piqueros y mosqueteros de "Fer", siguiendo las novedosas y racionales doctrinas de la guerra contemporánea en el viejo mundo:


Los arcabuces escupen fuego aunque demuestran que estos diseños necesitan todavía pulirse más. Varios de estos artefactos explotan en las manos de sus desdichados manipuladores y van a causar tantas o más bajas entre sus propios usuarios que entre el enemigo.

Quien tuviera las viejas y buenas ballestas y no estos chismes del demonio (De Khorne, por supuesto, que debe estar solazándose contemplando la batalla).

Cuando regresen (si pueden) a Altdorf,  le comentarán al sabio y docto diseñador de estas armas las pequeñas deficiencias observadas y en qué lugar de su anatomía puede albergarlas hasta que funcionen correctamente.


El malvado nigromante, no sólo es un experto en las artes de resucitar a los muertos, también domina otras formas de magia. Una espesa niebla será conjurada alrededor de los caballeros que quedarán perdidos y confundidos dentro sin poder atacar a los esqueletos montados.

Con la caballería imperial perdida, los jinetes de la muerte rodean a las fuerzas imperiales.


Mientras los zombies y esqueletos avanzan contra la muralla de piqueros:


La lucha es feroz y sin cuartel. Los piqueros mantienen la compostura al ver que la misma muerte se les echa encima.
Pese a que parezca fútil tratar de matar a quien ya ha estado muerto, las picas logran contener a las hordas mortíferas, las cuales parecen perder su fuerza.

La magia del nigromante que mantiene en pie a los finados parece desvanecerse e inestabilizarse. Aunque las cuchillas de las picas atraviesan carne putrefacta sin aparente efecto, los esqueletos se desmoronan por doquier como por arte de...ejem, falta de magia.


Los intrépidos guardas forestales imperiales vigilan desde los aledaños del bosque lanzando dardos sobre todo lo que se pone a tiro.
Quizá hubieran sido más eficaces en otro punto del campo de batalla y no aquí viéndolas venir.


Por fín, los caballeros logran salir de la niebla y enfrentan a los jinetes del apocalipsis:


Cuando la gallarda caballería debería romper los huesos descarnados de los no muertos, algo inquieta a los valientes paladines. ¿Qué ocurre? ...Un rumor... ¿Qué nuevo horror nos acecha?...¡Huyamos, sálvese quien pueda!

Mientras el combate sucedía, unos zombis atacaron la retaguardia de los caballeros imperiales. Pese a la legendaria valentía de estos adalides del imperio, la confusión y el terror se apoderó de sus filas y huyeron despavoridos.


Huyendo la caballería, el ejército imperial pierde la cohesión y la confianza, pese a que la batalla la tenían casi ganada.

Con la huida de los caballeros las hordas de la muerte se avalanzan sobre el imperio ya sin oposición:



En fin. Como suele suceder en estas partidas, nunca se puede dar por hecho nada. Una tirada de pánico mal dada puede cambiar la suerte de una batalla.

En definitiva, la magia del nigromante fue muy efectiva retrasando la caballería en la niebla. Y los zombies pudieron atacar por retaguardia mientras que los forestales estaban en los bosques sin prestar ayuda.
Los arcabuces resultaron ineficaces y tan letales entre las propias filas como entre el enemigo.
Las picas pudieron rechazar a  dos unidades de muertos vivientes.
Pero los esqueletos son capaces de aguantar hasta que no queda ni uno. No huyen nunca y las tiradas de inestabilidad son como la ruleta ruso. Igual eliminan la unidad como la vuelven a la vida para desesperación del enemigo.


Pequeña, pero interesante partida.

1 comentario:

  1. Muy buena, como siempre con tus batallas e informes.
    Espectaculres y llenos de vida.

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