lunes, 18 de agosto de 2014

Batalla del paso del Urul (2)

Los enanos ocuparon posiciones bloqueando el puente nada más despuntar el día sabedores de que cada minuto de resistencia en este punto clave era vital para permitir organizar la defensa en las minas.
Los "troll slayer" comenzaron a prepararse para la batalla.

Los ballesteros se desplegaron en orden abierto y subieron a la colina que domina el valle para poder disparar desde allí.


Los primeros orcos aparecen. Orcos montados en jabalíes y goblin armados con arcos

Más orcos. Si logran cruzar el puente todo estará perdido.

Encabezando el ejército orco caminan dos terroríficos trolls.


Por fortuna los ánimos no están muy ordenados en las filas de orcos. Los gritos e insultos que se oían desde el puente pronto se descubrió que no iban dirigidos a los enanos. Orcos y goblin traían ya una disputa desde el campamento y a la mínima se enzarzaron en un combate entre ellos. Lo inesperado y absurdo de la escena impidió que los enanos se pudieran solazar contemplando cómo sus enemigos se zurraban entre ellos.

Al otro lado del campo, la gresca interracial tenía su continuación. Los orcos montados en jabalíes volvieron grupas y cargaron contra los goblins. A su vez, otros goblins se solidarizaron con sus hermanos y atacaron por el flanco a los orcos. Burukor no podía creérselo. Prácticamente todo su ejército estaba matándose entre sí mientras los enanos miraban atónitos.

Las cosas se ponían muy feas para Burukor. Los goblin en el flanco izquierdo huyen del campo y los jinetes orco también se marchan en su persecución. Su tropa de élite, los orcos montados desertan por perseguir a los goblins.

Los troll, salvando su estupidez y en un destello de oportunidad, ignorantes a todo, cruzan el puente y son recibidos a la carga por los enanos.


Los troll son rechazados del puente. Pero parece que la disciplina en las filas de Burukor vuelve a la normalidad. (Aunque la normalidad suele ser la gresca)


Pero los enanos se han aventurado demasiado en su ímpetu y son contestados al borde opuesto por los trolls al contraataque apoyados por orcos.

Los enanos pierden los nervios por la bajas sufridas y emprenden la retirada. La retaguardia se dispone a frenar el cruce del río que ahora está desguarnecido.

Los orcos aprovechan la vacilación de los enanos y logran cruzar un fuerte contingente de tropas: trolls orcos y una horda de snotling que aprovechan y se cuelan por el puente.

En el otro extremo del campo, los goblin que han sobrevivido a la matanza fratricida intentan encontrar el vado. Mientras un grupo de arqueros goblin se sube a una colina para castigar a los enanos que protegen la orilla opuesta.
Las flechas van a causar un enorme daño a los enanos por más que los goblin no logran dar con el vado.

Los enanos han logrado hacer huir a los snotling.

los enanos, diezmados por las flechas de los goblin, se retiran para evitar más daños.
 Los goblin aprovechan y cruzan el vado que al fin localizan. 
Los ballesteros, que ha causado numerosas bajas entre los orcos desde su posición de tiro son alcanzados por orcos que atacan en columna.

Girim forma en columna para girarse hacia el enemigo que amenaza su flanco. Intenta formar una fila para cargar, pero la disciplina falla y la columna se mantiene sin ser capaz de organizar el ataque. Hasta los más disciplinados enanos, en el fragor de la batalla pueden perder los nervios.

Los ballesteros están rodeados, pero luchan hasta el fin. Todos son finalmente masacrados.

Los orcos atacan a la tropa de Girim aprovechando la confusión. Girim y uno de los lugartenientes orcos se enzarzan en combate personal.

Las cosas no van nada bien y las bajas entre los enanos son muy altas. La hueste de Girim huye

En el vado, los escasos enanos que han sobrevivido a las flechas goblin son derrotados por los goblin y emprenden la huida.

Los enanos están en retirada y aunque lograran reagruparse es imposible contener a la horda de orcos y goblins. 
¡Todo el que pueda salvarse que corra a las minas!

Esto no es el fin. En el llano han sido derrotados, pero en las minas y en las montañas que es su terreno natural los enanos, por más que en minoría sabrán defenderse con el tiempo ganado.

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