lunes, 6 de noviembre de 2017

Dungeon Quest



Es estupendo ver como un niño puede hoy todavía disfrutar con los mismos juegos que nos hicieron felices hace más de 30 años.
Este especímen tiene hoy 6 años y ya llevamos varios disfrutando de este juego que es Dungeon Quest.
El juego hoy ha sido más que mejorado por infinidad de "dungeoncrawlers". Pero este es tan sencillo que lo puede jugar hasta un niño pequeño.
El disfruta y a mí me encanta ver como juega con mi vieja copia de este juego que ha visto tantas tardes de gloria en los lejanos 80 entre cocacolas, gusanitos y bocadillos de salchichón.

Me he puesto como deberes pintar los cuatro aventureros como se merecen. Tengo mucho trabajo pendiente por pintar, pero hay que encontrar un huequito.


Dungeon Quest se publicó en 1985. Cada jugador es un aventurero que se adentra en un castillo que alerga un terrible dragón. EL castillo sólo puede visitarse de día por lo que tenemos un número limitado de turnos para jugar desde que sale el sol hasta que se pone. Por que al caer la noche... todos muertos.
Entonces cada turno se hace avanzar el marcador del sol. Se coge una habitación que exploras, se coge una cartita de habitación para ver lo que te encuentras y los monstruos que acechan.
Tras muchas trampas, monstruos y encuentros llegas (con mucha suerte) al centro del castillo donde duerme el dragón.
Y en la habitación del tesoro debes levantar una carta de dragón, que te dice si el dragón sigue durmiendo y puede coger una ficha de tesoro aleatoria. O de lo contrario si has despertado al dragón, te quema el culo y debes huir dejando caer todos tus tesoros.

Con lo que hayas acopiado hay que salir del castillo. Y rápido antes de que anochezca.

Más de la mitad de las partidas  tu personaje muere. El juego es implacable. (Buen instrumento para entrenar la fácil frustración de un infante. Hay que advertirlo.) Una mala trampa te puede matar de un plumazo.

Los combates son una suerte de "piedra, papel o tijera". Muy "risibles". 

Lo mejor es que se juega en menos de una hora con dos jugadores.


Hay una reedición de hace nada de la que ignoro absolutamente todo. Imagino que es exactamente el mismo juego con un aspecto mejorado.


Yo lo recomiendo a quienes tengáis hijos pequeños y queráis jugar a un juego sencillo y entretenido.


martes, 31 de octubre de 2017

Pildorita nostálgica

Estoy ojeando viejas White dwarf y no puedo privarme de poner una imagen:


Si te ha subido un cosquilleo por la espalda hasta la nuca... 
... es que eres un friki desde hace muchos años. 
Y la reacción es normal. Tus ojos han llevado un impulso nervioso a una zona "VIP" de tu cerebro en la que se atesoran recuerdos y vivencias maravillosas.

Y si no...

Pues te lo has perdido macho.

Un poquito más:



Y sigo disfrutando...

lunes, 30 de octubre de 2017

GUERRAS PÚNICAS

De nuevo se ven las caras Roma y el ejército cartaginés en un llano de la Hispania Ulterior. Los ejércitos se despliegan en una zona despejada. El ejército sitúa en el centro sus lanceros africanos y en su flanco derecho los temibles jinetes númidas. El resto de la línea se completa con el grueso reclutado entre las tribus iberas.
Los romanos despliegan toda su caballería en el flanco izquierdo y su infantería en doble línea, dejando a los triarios apoyando los flancos en reserva.

El terreno no muestra ninguna característica relevante, por lo que hay amplio espacio para maniobrar.


La batalla se are con una batalla de escaramuzas en las que los honderos son arrollados por el ataque de los vélites.


La caballería ibérica maniobra tratando de alcanzar flancos vulnerables en la derecha romana.


Una unidad de escaramuceadores ibéricos lucha contra vélites romanos. El cónsul romano sigue imprudentemente  la acción de cerca.



Cuando los vélites huyen, los nativos ibéricos acorralan al cónsul dándole muerte.


Con la muerte del magistrado muchos romanos huyen despavoridos creyendo que todo está perdido. Pero la disciplina logrará ser impuesta por los centuriones y oficiales subalternos aunque causando algo de desorden en las filas romanas.


Rehechas las líneas los romanos se lanzan al ataque y lograrán destruir el centro cartaginés e ibero. En la persecución lograrán capturar también al caudillo cartaginés  lo que provocará la absoluta debacle púnica.


Gran partida resuelta en apenas 5 turnos y en la que las sorpresas han sido las desagradables protagonistas para los jefes de ambos ejércitos.

Ha quedado clara la superioridad y disciplina de los romanos fuertemente acorazados y equipados, frente a los desarrapados guerreros iberos. Los africanos no tuvieron su mejor día cuando debieron plantar cara a los legionarios.

Por otra parte la actuación de los escaramuceadores y tropas ligeras, salvo la acción de matar al jefe romano, fue muy pobre.

Pero la guerra sigue ya que anibal sigue campando por Italia y los Sufetes púnicos ya han aprobado el envío de refuerzos a Hispania con un tesoro suficiente para comprar más mercenarios entre las volubles tribus ibéricas.