Los galos se lanzan a la carga esperando romper la defensa romana. Tras un primer choque devastador, las líneas romanas se compondrán y lograrán retener a los furiosos guerreros galos.
Tras este primer embate no parece que los galos logren concentrar otro golpe certero y el desgaste va haciendo mella en ellos.
Los carros hostigan a los legionarios pero de repente se ven rodeados y son destruidos:
Los galos siguen atacando con saña y los romanos pagan su resistencia con muchas bajas. Pero su moral permanece incólume. Pese a la furia gala, sus ataques no terminan de acaparar la "fuerza de los dioses" necesaria ni los combos que permitan terminar de romper la línea romana.
Los romanos resisten y sus manípulos, aunque diezmados, no rompen la formación y asestan certeros contraataques que los galos reciben con terror rompiendo su moral.
Hay escenas de gran heroismo y valor y los galos luchan hasta el último momento:
Incluso los caudillos galos no dudan en arrojarse al combate intentando descabezar a las legiones en un postrero y vano intento de tornar la victoria.
Pero hoy los dioses no acompañan a los galos y por todo el campo suenan las señales de retirada. Hoy la loba ha vencido de nuevo.
Ostras no sabía que el nuevo SAGA tenía un sistema para batallas campales.
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