miércoles, 12 de noviembre de 2014

UNA DE MOROS Y CRISTIANOS (... y de fondo paquito el chocolatero)


 

Sin desviarnos de la actividad Warhammer, tomamos un rumbo nuevo acercándonos a Warhammer ancients.
Hace mucho tiempo que no jugábamos una batalla de antiguos. En tiempos fue la época más popular para mí. En aquellos tiempos DBM era un juego popular y todavía se usaba para jugar batallas y escenarios históricos.

Después de que DBM se utilizara para jugar todo tipo de disparates, el juego cayó en desgracia. Tuvo su auge IMPETUS, juego al que yo me negué rotundamente a jugar. Supongo que no era mal juego. Pero nunca me convenció lo de cambiar mis ejércitos de 15mm de bases.

El caso es que muchas de nuestras figuras empezaron a cubrirse de polvo.

Con ánimo de sacar de paseo sus preciosas figuras de moros y cristianos,  Ángel me propuso un WH ancients.
¿Por qué no? en plena fiebre WHFB qué problema hay en jugar un escenario medieval histórico. Nos olvidamos de reglas de mando, simulaciones fieles y realistas y todo tipo de zarandajas. Vamos a jugar un juego "estilo viejuno".

Y el caso es que la partida nos gustó. Las figuras se pasearon por la mesa, se atizaron y la partida resultó muy entretenida. Por el camino descubrimos lo oportuno de usar las jabalinas de la triste infantería árabe y evitar la confrontación con los duros cristianos y lo molesta que puede ser la caballería árabe. Es decir que aprendimos sobre la marcha las tácticas adecuadas para cada bando. Y eso está bien. Por que las reglas, por muy tontas y anticuadas que sean sí reflejan dos ejércitos muy diferentes.

En definitiva. WH Ancients nos resultó un juego muy a tener en cuenta.

Con ese ánimo: Jugar. Olvidar las elucubraciones y pretensiones de precisa y realista simulación que nos han impedido durante años disfrutar de unos buenos sopapos medievales.

Valgan unas fotitos para ilustrar lo jugado:


Aquí la abadía en la que holgaba sus horas Alfonso VI cuando en lontananza se dibujó la siniestra silueta de unos infieles con ganas de ganarse una opción de uso y disfrute de vírgenes huríes en aplicación del Corán.




Alfonso VI al frente de sus mesnadas


Mustafá portando con gallardía su pajarraco:




Los árabes cargan por el flanco izquierdo cristiano a los ballesteros y la infantería. Es de prever que los ballesteros sean aniquilados.


Pero, ¡Oh sorpresa!, resulta que, tras una certera andanada para recibir la carga y un afortunadísimo cuerpo a cuerpo, los árabes vuelven grupas. 



La caballería cristiana trata de flanquear por la derecha.


Los árabes reaccionan. Los jinetes ligeros árabes serán capaces de destrozar a la caballería cristiana a base de jabalinas y sucesivas retiradas.


(Parece que no se ponen de acuerdo sobre por qué lado hay que ceder el paso.)


Una hueste de infantería huye ante el avance de los sarracenos.



Pero la persecución termina ofreeciendo el flanco a tropas frescas de los cristianos que terminarán por poner en fuga a toda la infantería árabe. Son muy mediocres los infantes árabes. Con el fracaso en combate cuerpo a cuerpo descubren su verdadera fortaleza. Las jabalinas pueden ser letales y las lanzas son mejor arma recibiendo cargas que atacando.


Alfonso VI y el general sarraceno se baten en duelo. Los dados no estarán a la altura de tan épica epopeya. Ambos cotendientes no aciertan a hacerse ni un misero arañazo.

La caballería árabe estuvo evitando el combate y lacerando con jabalinas a los cristianos. Pero finalmente fueron cazados y vencidos.


Con la retirada de la caballería y el general árabe, todo el ejército islámico se desmorona. Hoy muchos guerreros se van a encontrar con sus prometidas huríes en el paraíso, para disfrutar de mil años de desaforada pasión de eterna juventud y virginidad.


Alfonso VI sale vencedor.

El sarraceno se retira murmurando un "no sé qué" sobre su primo Yusuf el de "Zumosol".


Victoria de los cristianos.

En fin. Quizá los árabes no supieron motivar bien a sus tropas. (O las motivaron demasiado para el martirio.) Puestos a elegir una recompensa por el sacrificio no  es difícil elegir. Cuestión de marketing. El islam tiene claro el concepto del descanso del guerrero.


OPCIÓN A)


OPCIÓN B)


(Aún con andamio este cielo ¡mola!)

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