El caudillo godo ordena a sus bucellarios cargar esperando huir de la emboscada.
Los hunos tienen rodeados a los godos que caen heridos por la saetas hunas.
Ultilas dirige los ataques desde una posición segura:
Los Hunos no han logrado capturar al cabecilla godo que logrará reunir a sus guerreros huidos para seguir con su ataque. Los hunos , al no poder lograr un buen rescate por el caudillo godo, pierden el interés y se retiran buscando otras presas y más botín.
Los godos lograrán tierras del imperio y los hunos seguirán buscando botín en la frontera. Todos en pos de lograr una buena posición para convertirse en federados del imperio o , mejor aún, señores de su propio reino, respetdos y tratados por igual como los romanos. COn suerte incluso la propia púrpura imperial puede ser su destino.