Hace años, las figuras que pintábamos para jugar eran mayoritariamente de 15mm. La opción barata, rápida y factible para jugar. Y amasamos enormes ejércitos para jugar con las reglas disponibles. De entre todas, DBM era la mejor opción.
La verdad es que, con sus problemas, eran unas reglas estupendas y divertidísimas. El abuso de las reglas torciendo los mecanismos hicieron que las partidas pudieran derivar en aberraciones que mandaron al limbo a este reglamento.
DBA era un jugo pequeño y rápido. Sólo 12 bases de figuras. 40-50 figuras. Y la partida se jugaba en un tablero de 60x60 cm.
Hoy las reglas van por su versión 3. Y las hemos vuelto a jugar con las figuras de antaño.
He de decir que en la hora y pico que jugamos echamos tres partidas y lo pasamos en grande.
Romanos contra galos. Y el resultado es el mismo, pero en miniatura, que en cualquier batalla con otro reglamento. Choque de líneas y, si los romanos aguantan van desgastando a los galos al empujarlos y terminan destruyéndolos. Pero como el galo abra un hueco...el romano está perdido.
Es un juego en el que el uso de las tropas y el terreno son cruciales. Con una enorme profundidad táctica para un juego tan minimalista.
Una gran experiencia y una buena opción para partidas rápìdas y ocasionales en casa.
