lunes, 13 de noviembre de 2017

IBERIA SE COBRA VENGANZA

Resultado de imagen de jinete iberico

Las tribus ibéricas se vuelven a conciliar para enfrentarse al invasor romano. Esta vez le han acorralado en un incómodo campo de batalla con un estrecho llano entre un terreno escarpado y un frondoso bosque.- Este terreno es mucho más favorable para las tropas íberas conocedoras del paisaje y acostumbradas a moverse por él. Las formaciones de scutari se mueven perfectamente por los bosques, mientras que para  las legiones es un terreno casi impenetrable.
Roma se despliega en la franja abierta entre el bosque y el escarpado. Una legión enfrenta el bosque para cerrar el flanco derecho.
Los Hispanos despliegan en un frente equivalente pero dispuestos a adentrarse con tres unidades de scutari en el bosque.


Los romanos en sus tres líneas con el cónsul al mando sopesando la situación desfavorable:


Los íberos listos para adentrarse en los bosques:


 Ambos ejércitos avanzan al encuentro. La caballería romana se queda rezagada huyendo de las tácticas de escaramuza ibéricas.


En el bosque, las vanguardias de escaramuceadores vélites y caetrati se ven las caras entre la vegetación. Hordas de scutari vienen sigilosamente por detrás:



La caballería pesada íbera carga a las dos unidades de equites romanos y aliados y las pone en fuga. La superioridad en combate de la caballería pesada hispana es puesta de manifiesto en esta ocasión. Es una caballería magnífica con excelentes características y armamento. Para los romanos es muy difícil resistir su ataque. Y la ocasión resulta en lo inevitable.


Todo el flanco derecho romano ha quedado expuesto y destrozado:


Las legiones continúan avanzando y unos triarii en retaguardia giran para taponar el flanco derecho destrozado por la caballería.


En el bosque del otro extremo el combate es feroz. Los scutari llevan la peor parte frente a los audaces vélites. Pero detrás vienen imparables las hordas de scutari:


De forma inesperada la caballería romana se reagrupa y de nuevo es atacada por los jinetes íberos. Con muchas bajas, lograrán aguantar otro turno. Los jinetes íberos pasan un mal trago viendo acercarse por su flanco a los triarii


En el último momento la caballería romana es destruida cuando los triarii están a punto de atacar el flanco de los jinetes íberos:


En el otro flanco, pasado el bosque, unos caetrati intentan rodear las fuerzas romanas. De nuevo los triarii se destacan para cerrarles el paso. Harán de aguantar toda la batalla los dardos íberos tentando la carga y viendo la retirada de los hispanos.


En el bosque la lucha es épica y los vélites son capaces de retener a casi medio ejército íbero:


Los romanos llegan al contacto contra los íberos en el claro. La unidad atacada es la élite de las tropas hispanas.


Pese a ser lo mejorcito de las tribus, son incapaces de rechazar a los romanos. Tres turnos durará este combate. Los romanos, diezmados, seguirán presionando a los íberos con el apoyo de los manípulos de detrás sin siquiera recurrir al reemplazo de líneas.
Ninguno de los bandos logrará unas tiradas de dados reseñables, pero los romanos y sus magníficas armaduras y escudos son intratables.
No obstante, los íberos no se desbandan y hacen uso de su abrumadora superioridad numérica para no huir y ceder terreno lentamente. Iberia no se rinde, pero no puede parar al avance de los romanos.






Pero, pese al empuje romano, todo su flanco está expuesto y la pequeña unidad de triarios es sobremaniorada por los jinetes íberos que cargan por el flanco y la retaguardia de los manípulos que combaten rodeados:


Los romanos se baten heróicamente pero los hispanos son demasiados y atacan por todos los lados:



Es el fin para las legiones romanas. Después de muchas batallas sometiendo a las tribus hispanas, los nativos parece que están encontrando sus fortalezas y al fin han sido capaces de doblegar a Roma.

CONCLUSIONES:

El terreno es un arma formidable para los íberos que han combatido en un escenario menos "mediterráneo" y más propio del continente europeo con su bosque y mucho terreno agreste. Aquí las legiones no pueden presentar tanto frente.

La caballería pesada íbera es un arma imparable para los équites romanos. En partidas previas fue muy mal utilizada. Pero aprendidos los "jujaneos" y reglas que permiten flexibilizar la maniobra de los jinetes, el resultado es muy distinto. Caballería pesada, con muy buen factor de combate, más rápida e igualmente acorazada, pero en orden abierto, es un cuchillo caliente en la mantequilla de los équites.

La infantería romana (ya lo sabíamos) es impable de frente apoyada por manípulos traseros.




Roma no va a dejarse sorprender igual la próxima vez.

Los dos ejércitos empiezan a conocerse a sí mismos y a sus oponentes. 
Hay ganas de revancha y más guerra.

martes, 7 de noviembre de 2017

Roma aplasta a las tribus ibéricas.


Nueva prueba de fuerza de los romanos en Hispania. Las legiones romanas y su sistema manipular siguen siendo intratables en la embestida. Y los ejércitos que hemos enfrentado a esta máquina de guerra no han sabido todavía encontrar los puntos débiles de los romanos.

Ya lo sabemos. De momento no tenemos unidades que puedan atacar de frente a las legiones. En la batalla anterior, los lanceros africanos tuvieron algo de mala suerte. Es cierto. Pero aún venciendo a los legionarios sólo contamos con una unidad para hacer frente a varias legiones.

Hoy  un ejército Ibero se enfrenta a Roma. La infantería íbera es experta en moverse por terreno difícil y en fingir retiradas mientras disparan sus jabalinas. Y la caballería íbera es muy superior a la de los equites y aliados romanos.

Pero hoy ninguna de estas fortalezas será bien explotada por los hispanos.

El terreno es muy abierto. Sólo hay un pequeño terreno escarpado en la izquierda hispana y otro pequeño terreno difícil de matorrales en la derecha. (Todos los árboles son decorativos.) Una colina permite un buen lugar defensivo en el centro de los íberos.

Roma no despliega caballería a su derecha y los caetrati hispanos deberían poder aprovechar para amenazar este flanco. En el flanco contrario las caballerías se encuentran equilibradas, pero los jinetes íberos deberían poder desbancar a los romanos.


Los romanos desplegados en "triplex aciex" con la pantalla de velites:


La línea de tribus íberas vista desde el flanco derecho:


Los romanos inician la embestida. Los vélites romanos se mantendrán firmes e incluso rechazarán rápidamente a los honderos hispanos. No se trata de los afamados y temibles honderos baleares sino vulgares tropas ligeras de la península.


Los caetrati en el flanco izquierdo hispano no consiguen superar a los vélites. 


En el flanco derecho la caballería hispana no tiene sitio para maniobrar y unos triarii se interponen en el camino del ataque hispano. Pese a que la caballería hispana sea superior a la romana, la infantería pesada romana es un objetivo inexpugnable para las caballerías en orden abierto antiguas:


Sin sitio para maniobrar, la caballería hispana resulta rodeada, al contrario de lo esperado a priori:


Las legiones ya han abierto una brecha en el centro y la línea ibérica no es capaz de contener a las legiones.


Los flancos romanos no han sido amenazados en ningún momento y los disparos previos de los íberos han sido fácilmente evitados por la pantalla de vélites.
La batalla ha sido un desastre total para los hispanos.

Conclusiones:

Los romanos siguen mostrándose intratables. Hoy no han estado muy acertadas las tiradas de disparo ibéricas. En el flanco izquierdo se podía haber maniobrado mejor con los caetrati.
Pero la caballería hispana estaba vendida sin sitio para maniobrar.
Aún así, hay que estar más experto con las maniobras, ya que podría haber contraído algo la fila para girar mejor, ya que es caballería en orden abierto y puede camiar dos filas sin penalización al movimiento. Y con menor línea en dos filas haber cargado a la caballería romana, aunque la fila trasera no sirva de nada.

La caballería es la única unidad de los Íberos superior a los romanos para romper la línea.

Habrá más batallas y poco a poco las armas hispanas se van afilando...

Próxima batalla el terreno se procurará más agreste y la mesa algo más grande, para aprovechar las ventajas de los hispanos. Incluso preparar alguna emboscada...

Y las técnicas de escaramuza tienen que mejorar para debilitar a los legionarios.
Sin que se destruya al menos una fila romana no hay nada que hacer. Las legiones armadas con escudos y armaduras ligeras siempre se imponen a las tribus sin armadura y con escudos más pequeños.

Roma ha ganado esta vez. Pero habrá venganza.


lunes, 6 de noviembre de 2017

Dungeon Quest



Es estupendo ver como un niño puede hoy todavía disfrutar con los mismos juegos que nos hicieron felices hace más de 30 años.
Este especímen tiene hoy 6 años y ya llevamos varios disfrutando de este juego que es Dungeon Quest.
El juego hoy ha sido más que mejorado por infinidad de "dungeoncrawlers". Pero este es tan sencillo que lo puede jugar hasta un niño pequeño.
El disfruta y a mí me encanta ver como juega con mi vieja copia de este juego que ha visto tantas tardes de gloria en los lejanos 80 entre cocacolas, gusanitos y bocadillos de salchichón.

Me he puesto como deberes pintar los cuatro aventureros como se merecen. Tengo mucho trabajo pendiente por pintar, pero hay que encontrar un huequito.


Dungeon Quest se publicó en 1985. Cada jugador es un aventurero que se adentra en un castillo que alerga un terrible dragón. EL castillo sólo puede visitarse de día por lo que tenemos un número limitado de turnos para jugar desde que sale el sol hasta que se pone. Por que al caer la noche... todos muertos.
Entonces cada turno se hace avanzar el marcador del sol. Se coge una habitación que exploras, se coge una cartita de habitación para ver lo que te encuentras y los monstruos que acechan.
Tras muchas trampas, monstruos y encuentros llegas (con mucha suerte) al centro del castillo donde duerme el dragón.
Y en la habitación del tesoro debes levantar una carta de dragón, que te dice si el dragón sigue durmiendo y puede coger una ficha de tesoro aleatoria. O de lo contrario si has despertado al dragón, te quema el culo y debes huir dejando caer todos tus tesoros.

Con lo que hayas acopiado hay que salir del castillo. Y rápido antes de que anochezca.

Más de la mitad de las partidas  tu personaje muere. El juego es implacable. (Buen instrumento para entrenar la fácil frustración de un infante. Hay que advertirlo.) Una mala trampa te puede matar de un plumazo.

Los combates son una suerte de "piedra, papel o tijera". Muy "risibles". 

Lo mejor es que se juega en menos de una hora con dos jugadores.


Hay una reedición de hace nada de la que ignoro absolutamente todo. Imagino que es exactamente el mismo juego con un aspecto mejorado.


Yo lo recomiendo a quienes tengáis hijos pequeños y queráis jugar a un juego sencillo y entretenido.