En casa jugamos mucho. Pero casi siempre a juegos de tablero. En familia. Pero mi hijo y yo solemos jugar también a juegos de guerra ligeritos. O no tanto. Por que ya "La Guerra del Anillo", "Star Wars Rebellion" no son fáciles y son habituales. Sus reglas son mucho más complejas y la duración de las partidas mucho más exigentes que todos los juegos de miniaturas.
El caso es que con figuras en casa jugamos poco o nada. Ocasionalmente. Pero siempre hay la insistencia en aprender a jugar con los esqueletos, con los orcos, con los guerreros...
Así que esta mañana vamos a aprender a fondo a jugar a Warhammer.
Una pequeña demostración antes de jugar como se debe una batalla en toda regla.
Enfrentamos a una banda de vikingos recién desembarcados que se encuentran con un extraño pueblo en ruinas...
Desde el principio los vikingos avanzan decididos y los esqueletos ceden terreno. LOs esqueletos son inmunes a miedo por lo que no rompen y luchan hasta el último hueso en pie. Pero son inestables y las tiradas correspondientes muestran lo inpredecible de la magia.
Pero la pericia con las armas de los vikingos se termina imponiendo y el guerrero muerto-viviente decide escapar dejando para apantallar su huida a los esqueletos.
Seguro que va a avisar a su maestro del ataque de los hombres del norte...
De momento los rudimentos del turno y las tablas han sido captadas y ya estamos listos para jugar.
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