El Bosque de
Farathos siempre fue conocido por su magnífica flora, su variada fauna, y por
los Elfos Guardianes que lo protegían. Las historias cuentan que estas verdes
tierras tenían criaturas místicas que se creían extinguidas, pegasos, unicornios
y árboles con más vida que en ningún otro sitio del Viejo Mundo. Debía ser un
auténtico paraíso terrenal para la vista.
Pero muchos
siglos han pasado de aquello, el ser humano arrasó con el Bosque de Farathos,
su falta de empatía por la naturaleza, y su avaricia y codicia por apropiarse
de hasta la última criatura viviente del bosque, hizo que destruyese todo a su
paso. Incluso el Clan Élfico diezmó con el paso de los siglos, sacrificando sus
vidas por proteger las escasas tierras verdes que apenas quedaban.
El humano
ansiaba dar con el corazón de Farathos, un lugar perdido en lo más profundo del
bosque, un sitio donde al caer la noche, la luz sigue emanando fuerte y
cegadora. Algunos piensan que era una fuente, otros decían que era un sonido hipnotizador,
como el latir del bosque, pero nada queda ya con vida en el Bosque, solo restos
de ruinas milenarias, quizá vestigio de una civilización más antigua que el
Viejo Mundo.
El ser
humano dejó paso al silencio, al vacío y al abandono. Nadie transitaba por el
Bosque salvo los pocos Elfos que quedaban ya. No existía vida, ni animales.
El bosque
pasó a ser un páramo marchito, hasta que los ataques inesperados de criaturas
empezaron. Ratas gigantes del tamaño de humanos o elfos, rufianes y ladrones,
orcos, y muertos vivientes campaban a sus anchas, la belleza del bosque
desapareció, ahora se había convertido en un sitio lúgubre y tenebroso, del que
cualquier ser consciente evitaría pasar por él.
Pero hoy os
hablaré del resurgir del Bosque de Farathos, y de cómo en lo más oscuro y en el
momento más trágico de la batalla, cuando toda esperanza estaba perdida, una
tenue luz surgió....
INFORME DE BATALLA
Bando Skaven:
Lleváis
semanas bajo tierra causando estragos bajo el Bosque de Farathos, parece que durante
los dos últimos días no habéis sentido a más Elfos sobre tierra, por suerte
cada vez quedan menos.
Os
preparáis para volver a vuestro recóndito escondite en el Bosque, un antiguo
campanario en ruinas. Pero Kreek "Revientacraneos" y su Guerrilla Skaven
observan que las ruinas han sido sitiadas por extrañas criaturas que jamás
habían visto.
Una imagen
os conmueve y os llena de alegría al salir del subterráneo a tierra firme, el
bosque está lleno de cuerpos elficos que yacen muertos sobre la tierra.
Ahora
entendéis porque dejasteis de sentirles hace unos días. Los no muertos han
invadido el páramo y han hecho de vuestro campanario en ruinas, su cuartel.
Bando No Muertos:
Willbert y
su horda han arrasado con todo a su paso, necesitaban un sitio donde reinar y
el páramo es perfecto. El Bosque de Farathos se había convertido en un lugar
apartado e inhóspito, ideal para su hueste. Los últimos dos días de su periplo
fueron asaltados por un Clan Élfico y aunque acabaron con sus vidas, las filas
de la horda han disminuido notablemente.
Tras la
cruenta batalla, un hipnotizador sonido de una campana resonó en mitad del
páramo... y siguiendo su sonido como si de una dulce melodía se tratase,
llegaron a un viejo campanario en ruinas. Curiosamente, la campana no ha vuelto
a sonar desde su llegada.
Mientras
exploráis el área, habéis convertido el campanario en vuestra base, hasta que
de pronto a lo lejos observáis un pequeño contingente Skaven saliendo de una
caverna subterráneo dispuestos a arrebataros vuestra conquista.
Desplegados ambos bandos… Los Skaven avanzan rápidamente, pero se encuentran con sorpresas de camino. Los cuerpos elficos que yacían sobre el terreno, se alzan en pie, hasta convertirse en no muertos. En otros casos, incluso les lanzan sus últimos flechazos. (Queda claro que este es un lugar mágico sobre el que operan fuerzas misteriosas...)
Algunas ratas huyen nada más enfrentarse a estos pequeños efectos mágicos del bosque. El miedo se apodera de sus mentes roedoras y huyen despavoridas.
El resto del contingente de ratas, avanzan hasta cruzar el río... ¡Qué
sorpresa! Un troll parece despertar ante el alboroto formado por las ratas.
El troll, criatura estúpida y muy desorientado, carga contra lo primero que ve.
Los esqueletos abren fuego contra la criatura, y comienza el combate entre ambos. Las dos unidades de esqueletos acaban derrotando al Troll, aunque las bajas no son pocas. Le hubiese merecido la pena seguir refugiado tranquilamente en el puente. El troll muere aunque llevándose por delante a muchos esqueletos.
Los esqueletos abren fuego contra la criatura, y comienza el combate entre ambos. Las dos unidades de esqueletos acaban derrotando al Troll, aunque las bajas no son pocas. Le hubiese merecido la pena seguir refugiado tranquilamente en el puente. El troll muere aunque llevándose por delante a muchos esqueletos.
Las unidades en fuga no logran reagruparse y huyen del campo.
La gran rata ogro que dirige a los roedores se para ante las hordas de no-muertos. El miedo es muy intensso y el temor paraliza sus músculos. Sólo tras pensarlo mucho (al tercer turno intentándolo), decide dar la orden de carga.
Al fin la Rata Ogro logra cargar frente a Willbert y sus huesudos lacayos.
La gran rata ogro que dirige a los roedores se para ante las hordas de no-muertos. El miedo es muy intensso y el temor paraliza sus músculos. Sólo tras pensarlo mucho (al tercer turno intentándolo), decide dar la orden de carga.
Al fin la Rata Ogro logra cargar frente a Willbert y sus huesudos lacayos.
La carga es
salvaje, de hecho causa 3 heridas al Héroe No Muerto. Pero los no-muertos nunca huyen y aguantan la embestida pese a la inestabilidad mágica. Las ratas son atacadas por el flanco y fallan la tirada de pánico.
Las ratas terminan huyendo como... ¡ratas!
Las ratas terminan huyendo como... ¡ratas!
Por
desgracia, recuperar su territorio fue misión fallida.
DESENLACE
Willbert
vuelve al cuartel, y exhausto de los combates entre elfos y Skaven decide
aproximarse a refrescarse sus huesudas manos en la pila del centro.
A medida que
se acerca a la fuente de agua, la campana empieza a resonar como si latidos de
un corazón se tratasen. Tom Tom Tom... A cada paso, un sonido más fuerte que el
anterior. Parecía una advertencia...
Finalmente
Willbert lava sus manos y al sacarlos de la fuente, asombrado observa cómo sus
manos están cubiertas nuevamente de piel... El héroe El No Muerto se está
transformando en un ser humano. Un ser humano condenado por todo el daño que
causó su raza al Bosque antiguamente...
Las leyendas
sobre el Bosque de Farathos eran ciertas, el corazón del bosque era el resonar
de la campana, y la fuente contiene el agua de la vida eterna.
Willbert no
solo hará del campanario su base, si no que está condenado a proteger de por vida
el Bosque de Farathos, convirtiéndose en el nuevo protector.
Condenado a
no salir jamás al exterior, y a dar su nueva vida por el Bosque. Su arma ya no
arrancaría más vidas para transformarlos en no muertos, de ahora en adelante,
todo lo que Willbert toque, crearía vida y naturaleza a su paso.... y así es
como el Bosque de Farathos volvió a resurgir, lleno del esplendor que veis ante
vuestros ojos.
Estupenda historia. Es un placer leer vuestros informes de batalla.
ResponderEliminarGracias. Nos lo pasamos pipa montando y jugando las partidas.
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